Un regalo mundial

Como fanático del fútbol que soy, los años de mundial representan por esencia buenos años y me interesa todo, absolutamente TODO, lo que cada 4 años involucre al mayor evento del deporte universal por excelencia.
Desde los 8 años saboreo el placer de abrir los paquetes de figuritas e ir completando los álbumes de la Copa del  Mundo. Todavía tengo pendientes 2 fichus del aquel Mundial 90 pero jamás olvido la satisfacción al encontrarme con la silueta del más esperado y grande del planeta: Diego Armando Maradona.
Y, como no podía ser de otra manera, en éste Brasil 2014 también soñaba con tener mi álbum.

Pero, haciendo cuentas, era un presupuesto que estando de viaje -ahora por México- excedía nuestro nivel de vida:  Para completarlo necesito 639 figuritas; cada paquete cuesta 6 pesos mexicanos (0,45 dólares); si no me toca ninguna repetida necesito 128 paquetes para llenarlo (teniendo en cuenta que cada sobre trae 5 estampas); o sea que en plata mexicana significaría algo así como 767 pesos (58 dólares). Resultado: imposible.

Pero como soñar no cuesta nada e intentarlo menos aún, un día le escribí a  Panini (la empresa que hace el álbum y las figuritas) y días después me encontré yendo a buscar mi nuevo álbum del mundial y una caja con ¡100! (CIEN) paquetes de figuritas.

Así que por estos días otra vez estoy sintiendo esa adrenalina que no tiene edad y corre por el cuerpo cada vez que abro un paquete de fichus y descubro una nueva o si me tocó alguna repetida.

Es que definitivamente no hay mundial si no hay álbum.
Ahhhhhhh, ¡cualquiera que tenga figuritas para cambiar repetidas me avisa! Estamos en Twitter, Facebook, Instagram, Google+, Pinterest y nos gusta escribir cartas, porque en definitiva el papel y el sobre tienen el mismo encanto que coleccionar álbumes de figuritas.