¿Messi o Maradona?

Las comparaciones son odiosas, sí, ya lo sabemos. Pero me veo en la obligación de preguntar ¿Messi o Maradona? en cada lugar a donde llegamos y cuando veo por todo Latinoamérica camisetas del Barcelona con la 10 en la espalda y el nombre de Messi. 

Está claro que la globalización llegó a absolutamente todos los rincones del planeta, y el fútbol tampoco es la excepción, lo que provoca que muchas veces las ligas de los países latinoamericanos se vean afectados, ya  que a la misma hora que se disputa  un partido local está jugando el Real Madrid o el Barcelona. Entonces, a la hora de elegir qué partido mirar, la gente casi siempre opta por el match europeo. 
No sólo eso: Los chicos también  prefieren la remera, el pantaloncito, las medias y cualquier producto de merchandaising de los equipos del viejo continente.




Con miedo a escuchar la respuesta que no quiero, me arrimo a cualquier grupo de chicos que corra tras un pelota para preguntarle sobre este gran interrogante que me surgió viajando: ¿Será Messi el nuevo Maradona? ¿Alguno de estos chicos llegará a preguntarme quién es Maradona? ¿La superpoblación de medios habrá provocado que la gente se haya olvidado del mejor jugador de fútbol que tuvo la historia?

La pregunta es tan fácil, corta y directa, que en un día podría tener por lo menos mil encuestados. Teniendo en cuenta los tiempos que corren y la desventaja para Diego -que no juega hace 16 años al fútbol de manera profesional- esto puede ser fatal en las respuestas, ya que la mayoría de los pibes que andan por ahí pateando pelotas no supera los 16 años.

Un chico nos dice: "Tengo la remera de Messi porque la de Maradona ya no la venden".
Otro se suma y acota: "A Messi le falta ganar un Mundial, hasta que eso no pase Maradona sigue siendo mejor".

Yo respiro.
Casi como aquel día -durante un viaje pasado- cuando en una frontera "caliente" como la que existe entre Israel y Jordania, dos hombres completamente armados nos apuntaron con sus ametralladoras al grito de "identificación por favor". Con las manos casi en alto y bastante susto les dijimos que eramos argentinos. Parece que "argentinos" fue la palabra clave para que bajaran sus armas y con una sonrisa nos dijeran: "Maradona".

Y esa vez, como tantas otras, Maradona fue la carta de presentación al llegar a una tierra desconocida. Para muchos Maradona es sinónimo de Argentina, por más que ahora haya un Papa que le esté peleandole el trono al gran Dios de esta hermosa religión llamada fútbol.
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