Hoy nos dimos cuenta que pasaron 3 años de aquella pregunta. Y también que estamos cumpliendo 2 años de estar quietos en un mismo lugar.
Llegamos por segunda vez a San Cristóbal de las Casas sin imaginar que estariamos tanto tiempo y que, entre las bellas cosas que nos dió este rinconcito al sur de México, está el mejor regalo de nuestras vidas: Gaia.