¿Qué hacemos durante el día mientras viajamos?

¿Qué hacen durante el día?, fue la pregunta que nos hizo una tarde el marido de una amiga por chat.
Instantáneamente lo miré a Martín y le trasladé la pregunta.
¿Qué hacemos durante el día? Es que -pienso- hacemos tantas cosas y los días son tan distintos que no sé qué responderle.
Martín me mira con cara de "tampoco".

Hay días que surfeamos la banana, por ejemplo.

Días que nos sentimos otavaleños, por ejemplo.

Días que salimos  a recolectar café, por ejemplo.

Días que nos disfrazamos de bomberos, por ejemplo.

Días que hacemos Radio Rutera, por ejemplo.

Días que bailamos el ula ula, por ejemplo.

Días que bailamos bajo las estrellas, por ejemplo.

Días que hacemos la plancha, por ejemplo.

Tal vez hacemos todo y nada. Depende cómo cada cual vea el hacer nada y el hacer todo.
Nos gusta viajar porque no hay rutina y porque ningún día es igual al otro.
Porque somos libres de levantarnos e irnos a dormir cuando nos de ganas.

¿Reloj? ¿Qué es eso?

Viajar = Libertad.

Nos gusta viajar porque aprendimos a disfrutar los imprevistos.

Se nos rompió el cable del acelerador, frenamos para arreglarlo y...

...aparecieron estas lindas sonrisas.

Nos enterramos en un río...

...llegó un tractor a rescatarnos y conocimos gente muy amable.

En nuestro viaje a India conocimos Las 4 leyes de la Espiritualidad. La número 2  nos enseñó que: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido. Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo".

Entonces intentamos no hacer planes. Dejar que fluya.
"Cuando quieras hacer reír a Dios, cuéntale tus planes", dice un anónimo.

La realidad es que hay días que despertamos en una estación de gasolina repleta de camiones que empiezan a calentar motores al alba, otra mañana nos encuentra asomando los ojos a través de la ventanilla de Huella frente al mar, quizás podemos estirarnos en alguna cama de hotel suspirando al aire fresquito del ventilador, a veces nos despertamos entre monos, otras entre pájaros y gallos.
Nuestros hogares itinerantes son tan variados como lo que nos puede ocurrir durante las 24 horas del día.

Nuestro baño al costado del río.

Nuestra casa por  una noche.

Nuestra oficina en un taller mecánico.

Despertar en la playa ♥

Hay días que ¿trabajamos?, otros días que volamos, días en que nos saludan ballenas, días puertas adentro,  días que caminamos, caminamos y caminamos, días que nos los pasamos sentados y días que terminamos bailando con estrellas.

Tienda Kombirutera.

Volar ♥

Martín siempre dice que todos los días son viernes. Yo siento que los días son atardeceres, sonidos, aromas, creación, sentimientos, lunas, sincronicidades, arco iris, encuentros, cansancio, extrañar, búsquedas, encontrarme, picnis, conocer, fluir, abrazos, magia, movimiento...

Picnic en el Volcán Cotopaxi, Ecuador.

Atardecer en Cabo de la Vela, Colombia.

Arco Iris en Baños, Ecuador.

Luna llena en Capilla del Monte, Córdoba ♥

Y cada tanto suelo pensar ¿es real lo que estoy viviendo o estoy soñando?
Por las dudas, les aviso: si es un sueño no me despierten y si es real déjenme seguir soñando.