Estamos en Vilcabamba, un pueblo ubicado a sur de Ecuador.
Llegamos ayer después de casi 8 horas de viaje.
Veníamos acostumbrados a los caminos áridos y desérticos de Perú y Bolivia, así que fue toda una sorpresa encontrarse con un paisaje abundante de verde, repleto de vegetación y tierra color ladrillo.
El clima se volvió más húmedo y podíamos ver como más allá del sol estaban cayendo gotas de lluvia.
Y casi al llegar a destino, como un regalo del cielo, apareció el arco iris.
Hermoso. Radiante. Magia. Enmarcaba nuestro andar como en una postal.
Recibimiento multicolor.
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