Sí señores, un grupo de
caleñas y caleños nos impiden que nos vayamos de esta ciudad donde los autos
nos tocan bocina para saludarnos, las motos se acercan para desearnos buen
viaje, la gente se arrima a Huella para tomarse fotos y los niños nos regalan sonrisas mientras señalan a la Kombi Rutera con ojos grandes y la boca abierta
exclamando “mira ese carro”.
Llegamos hace 2 semanas a
Colombia y no paramos de asombrarnos de la simpatía y amabilidad de su gente.
Arrancamos en la frontera
Tulcán-Ipiales donde la policía de migración nos “demoró” con la temática
futbolera y, como en la Kombi Rutera viaja un “enfermito” de las estadísticas,
repasamos juntos todos los partidos de las eliminatorias, mundiales, ascenso,
descenso y demás.
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¡Llegamos! |
Después de pasar por el
hermosísimo Santuario Nuestra Señora de Las Lajas, construido sobre el cañón
del río Guáitara, llegamos al Cuartel de Bomberos de Pasto, en el que pensábamos
sólo pasar la noche para salir “tempranito” a la mañana siguiente hacia Popayán.
Lo que no previmos es que los amigos bomberos no dejarían que nos fuéramos sin
probar el agua panela con
aborrajados de queso y dulce de guayaba (pronto inauguraremos recetario de comidas latinoamericanas).
Así que con la panza llena, el corazón
contento, un nuevo matafuegos y bastante más tarde emprendimos camino a la
“Ciudad Blanca”.
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Cuartel de Bomberos de Pasto. |
El camino a Popayán es
largo pero la belleza de paisajes lo hace entretenido. A lo largo de los 250
kilómetros empezamos a ver a la policía militar colombiana alzando los
pulgares.
“Hasta la policía tiene buena onda”, nos dijimos. Claro que después nos
enteramos que lo que estaban señalando con ese gesto es que la ruta era segura.
Estuvimos 3 días
recorriendo Popayán y haciendo los trámites necesarios al llegar a un nuevo
país: sacar el seguro del auto, comprar el chip del celular, buscar mapas y
demás averiguaciones típicas.
Nunca encontramos a un
colombiano que nos atendiera sin darnos un fuerte apretón de manos,
preguntarnos acerca de nuestro viaje y deseándonos una buena estadía en su país.
¿Cómo puede ser que hasta
el vendedor de dulces en el semáforo se asome por la ventanilla de la kombi para regalarnos
un paquete de garrapiñadas (o maní dulce) con la excusa de “para que su viaje
por Colombia sea muy dulce”?
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Popayán. |
Y luego de una noche preciosa
de luna llena y un día bellísimo en Silvia, desde donde hicimos el programa 26 de Radio Rutera, seguimos para Cali.
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Luna llena en Silvia. |
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Río muy frío pero hermoso. |
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En el pueblo. |
Pero antes de llegar a la "capital de la salsa" decidimos hacer
una parada previa en Terranova, donde Jenny y Jimmy, a quienes no conocíamos,
nos habían invitado a su casa.
Faltaba 20 minutos para
llegar a Cali, pero algo nos decía que teníamos que conocerlos. Y la intuición
no falló porque nos encontramos con una pareja tan agradable y divertida que no
sólo nos recibió en su casa sino que prepararon una cena riquísima y nos
presentaron a todos sus amigos del barrio (o ciudadela en colombiano).
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Hasta nos dieron clases de kung fu y tai chi. |
Marchamos a la mañana
siguiente para Cali, con la promesa de volver a vernos.
Llegamos a la casa de Jessica, una amiga
que hace couchsurfing y que ya habíamos conocido viajando por Tena, Ecuador.
Hace 10 días que le
invadimos su casa y siempre le venimos prometiendo que mañana nos vamos, pero
ella es una de las culpables de no dejarnos ir.
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Jessi nuestra couchsurfer en Cali. |
Durante los primeros días
en Cali fuimos a la Universidad del Valle a vender la ropa de India con la que
vamos financiando nuestro viaje.
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Jenny y Jemmy nos alimentaron y fueron nuestros ayudantes de ventas. |
Después de esos días, llegamos a la conclusión que los caleños, además de llevar
la amabilidad y la simpatía de los colombianos, son unos exagerados.
Las chicas se acercaban a ver la ropa al grito de “son hermosos estos
vestidos”, “quiero llevármelos todos”, “por favor vuelvan mañana” y hasta una desquiciada llegó a decirnos “¿por qué me hacen esto? No ven que estoy ahorrando y ahora voy a tener
que gastar”.
Nunca nos había ido tan
bien de ventas. Nunca la habíamos pasado tan lindo ¿trabajando?
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Mensajes en las paredes de la Universidad del Valle. |
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Arboleda en la Univalle. ¡Así da gusto estudiar! |
Además no parábamos de
recibir abrazos de nuestra familia caleña, a quienes conocimos en Máncora (Perú) y con los que vivimos hermosos momentos kombiruteros e hicimos un inolvidable programa de Radio Rutera, de recoger mimos de los
nuevos amigos que nos traían de comer y beber o nos invitaban cervezas al
finalizar la jornada, también pasaban a saludar las compradoras desfilando sus nuevas
adquisiciones.
¡Ay que lindas y lindos son!
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Los vestidos de la Kombi Rutera hacen furor. |
Y así pasan nuestros días
en Cali:
Almuerzos con unos, cenas con otros.
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Nuestro amigo Jorgito cocinando para la Kombi Rutera. |
Con hermosa compañía que nos
lleva de paseo de aquí para allá.
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Desde San Antonio la vista iluminada de Cali. |
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Loma de la Cruz. |
Amigos que nos “obligan” a probar de todo y
nos “exigen” que no nos podemos ir de Cali sin saber bailar salsa y merengue.
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Bandeja paisa. |
Invitados a festejos cumpleañeros.
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Los 27 de nuestro amigo Javier. |
Danzando en la Loma de la Cruz, donde cada jueves un grupo de personas sin edad ni nacionalidad se pone a bailar
ritmos andinos como este: http://www.youtube.com/watch?v=X9xfjgYgRGM (Sólo escuchen y diviértanse moviendo el cuerpo, no hace falta saber bailar, la idea es pasarla bien)
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Abrazos al por mayor bailando ritmos andinos. |
Yéndonos todos juntos un fin de semana de camping en la Kombi Rutera a San
Cipriano. ¿Vieron que en la Kombi Rutera entran todos?
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Campamento en San Cipriano. |
En fin...Compartiendo. Riendo. Brindando. Celebrando conocernos.
Y este grupo de secuestradores inofensivos siempre encuentran un
motivo para decirnos que “no podemos irnos de Cali todavía”.
Y, para serles sinceros,
teniéndolos a ellos, nosotros tampoco nos queremos ir de Cali.
No quiero decirles que se los dije, pero SE LOS DIJE! Que se iban a enamorar de Colombia y de su gente y no me equivoqué! jaja Que lindo lo que están haciendo, qué lindo lo que están viviendo, los leo y me acuerdo de nuestro paso por Cali.
ResponderEliminarFelicitaciones chicos, lleguen al infinito con esa kombi, no paren nunca...
jajajaj tenias razon Marcos! Cali te atrapa! Abrazo grande
EliminarQue se queden! Que se queden! Que se queden! que hermosas fotos, que lindas palabras, nos alegra sobremanera que se esten sintiendo queridos. Que hermosa manera de vivir, que gran experiencia nos han regalado, la vida es sencilla y ustedes son la muestra de ello, que siempre los acompañe la libertad y el amor. La ruta es larga y en ella nos veremos de nuevo. Gracias a huella por trerlos a Cali y dejarnos entrar en la kombi rutera, gracias muchachos. Jenny y Jimmy
ResponderEliminarGracias por sus hermosas palabras chicos! ustedes tienen la culpa de nuestra estadia!!!! jajajaj gracias por la tremenda bienvenida y estadia en esta ciudad increible! Las puertas de la Kombi Rutera van a estar siempre abiertas para ustedes
Eliminar:)
ResponderEliminarQué hermoso post! cómo se nota la frescura y la alegría que sienten a flor de piel! Me gusta su metodología de viaje, bien curioso, como me gustan a mi! Hacen de todo lo que pueden! nada los detiene! Sin lugar a dudas eso los lleva muy lejos y no tienen frontera que los detenga! Libres y felices! Rodeados de gente tan bella! tendré que conocer Cali, basta, me encantó! Compro! Qué lindo viaje chicos, sigan adelante! Un beso y un fuerte abrazo!
ResponderEliminarjajajja gracias! tal cual pusiste en el comentario, esa es la idea! Libres y felices, rodeado de gente bella!
EliminarTe recomiendo esta ciudad, mas que nada por el calor y amabilidad de su gente!
Abrazo grande
Increíble, Derroche de alegría! Que bien se los lee y que contento me pone! Sigan conquistando corazones! Con su buena onda y huella como caballito de batalla, Abrazo enorme!
ResponderEliminarHola Dalmi! como estas? Gracias por el comentario, Trataremos de seguir conquistando corazones latinoamericanos! jajaja
Eliminarbesos grandes
No conozco Colombia pero sí algunos colombianos y doy fe de lo buena gente que son. ¡Hermosas fotografías!
ResponderEliminarGracias Beatriz. Colombia es hermosooooo y su gente mas todavia! besos
EliminarChicos, cuánto cariño que están dando y recibiendo!! Nos dan ganas de teletransportarnos a Colombia en este preciso instante, comernos una bandeja paisa, comprarles un vestido indio y rodearnos de todas esas sonrisas. Sigan transmitiendo emociones desde Huella! Muchas gracias por la buena onda que nos ponen siempre y por recomendarnos para salir en Su atención por favor.
ResponderEliminarAbrazo caluroso desde Australia,
Gracias a ustedes chicos! Abrazo grande y seguro que en algún momento no va hacer falta teletransportarte para vernos, ya que seguro los caminos nos van a cruzar algún día!
EliminarHola Chicos!.
ResponderEliminarSoy de Pilar. Provincia de Buenos Aires, estaba mirando tele y vi un pedacito del reportaje que les hizo la gente de Todo Noticias, estas experiencias como las de ustedes realmente me conmueven un monton, alguna vez se me cruzo por la cabeza un viaje (no tan extenso), queria llegar a machu pichu con un ato al que consideraba una parte mia, y que luego tuve que vender. Pero bueno, lo de ustedes ha de ser una experiencia maravillosa y de seguro hacen historia minuto a minuto, desde mi punto de vista no lo observo como un simple viaje es la union de los pueblos latinoamericanos, es intercambiar culturas y por que no afianzar la amistad entre los pueblos. No los aburro mas, asi que amigos, representantes de mi pais, viajen mucho !!!!!
Saludos Damian Sacks
Hola Damian, que lindo mensaje que nos escribiste!
ResponderEliminarEs tal cual nos decis, con respecto a la idea de este viaje. Es mucho mas que solo viajar!
Gracias por escribir...
Te dejamos un abrazo grande
Maru y Martin