Vivir el mundial lejos de casa

Una vez mi amigo Christian me dijo: “El mundial se ve en tu país o en el país que lo organiza”. Años después, su frase me repica en la cabeza -y en el corazón- como una auténtica verdad. 

En estos 2 años y medio de viaje hubo momentos en los que habríamos deseado estar en Argentina más que en cualquier lugar del planeta: nacimientos, casamientos, cumpleaños y... sin lugar a dudas en éste Mundial 2014.


Cábala mundialista.

Porque ya sabemos que el Mundial no es solo un partido de fútbol donde 11 jugadores buscan hacer goles en el arco contrario, el Mundial nos une como país (hoy sí todos somos argentinos, por ejemplo), nos vuelve más solidarios con las naciones vecinas (si no gana nuestro país, que al menos gane un país de Latinoamérica, por ejemplo), el Mundial saca a relucir costumbres y cábalas (dónde nos juntamos, quién lleva qué, una picadita por allá, un asadito por acá, los mates interminables, las reuniones, los encuentros, por ejemplo), y si ganamos, ni te cuento: hay abrazos con conocidos y desconocidos, festejos en las calles,
gritos que rozan la afonía, alegría por doquier.


Compartiendo los días de mundial con la amiga argentina Belén y los amigos chilenos de Upa Chalupa.
Y no importa, si sabemos o no de fútbol, a todos nos invade la euforia cuando juega nuestra selección y le hablamos al televisor o le pedimos un gol a Messi  y dejamos que la pasión se apodere de nosotros y entendemos que el fútbol es parte de un folclore que nos hace gozar de mucho más que de 64 partidos cada cuatro años. 



Y entonces, hoy, con la Argentina en la final, tengo sensaciones encontradas: Absoluta y desbordada felicidad  porque estamos -después de 24 años- nuevamente en una final del mundo y, por otro lado, la rareza de encontrarme con el sillón vacío, sin amigos al costado para comentar, analizar, putear, alentar, gritar, llorar… 


Más solo que Kung Fu, dice el dicho.
A Maru le pasa lo mismo, lógicamente no lo vive como yo que soy el enfermito del fútbol y de las estadísticas y de todos esos datos que sólo a los obsesivos nos gustan, pero me reprocha que viendo los partidos conmigo se aburre y que añora estar con sus amigas comentando esos datos que sólo a la mayoría de las mujeres les gustan, les interesan y tienen ojos para ver. 

Entonces, a diferencia del resto de los mundiales de mi vida donde los pasé trabajando en una radio de deportes, Brasil 2014 lo vivo puertas adentro en -como dice Maru- mi centro de cómputos y cuando termina un partido en lugar de festejar me fusiono con la computadora a ver  todas las páginas de internet habidas y por haber para leer las repercusiones, comentarios, declaraciones; me conecto al skype para hablar con mi sobrino Joaquín o al chat con mis amigos porque quiero saber como lo vivieron, lo que piensan, si observaron tal jugada y qué opinan de tal otra...

Maru tiene su cábala y se saca los nervios cocinando antes o mientras ve el partido (creo que nunca la vi innovar tanto en la cocina -y tan rico-), además que el whatsapp suena permanentemente porque habla con sus amigas de las cosas que yo le prohibí rotundamente que me comente. 

Maru y su cábala culinaria.
Y así, intentamos acortar las distancia que ésta vez -como en algunas otras tantas veces-  nos pesa. 


Semifinales con los amigos argentinos de Proyecto Chakana.
Maru me lee -mientras se le caen las lágrimas- un mail de su amiga Lucila que dice "...hoy estamos todos acá compartiendo éste juego con las personas que queremos y nos abrazamos y gritamos...y te imagino en tu cocina, pensando una receta....el olor a comida, el silencio, la melancolía que da estar lejos y también la felicidad de elegir el camino y vivirlo intensamente y estás en mi corazón, una vez más, conectadas en este encuentro mundial"

Y me hace reflexionar que aunque hace 2 años y medio somos nómadas y elegimos ser del mundo, existe una realidad indeleble que pinta a nuestros corazones de celeste y blanco: No es sólo un mundial, ni salir campeones, ni el país o la bandera... son nuestros padres, nuestros abuelos, los hermanos, los sobrinos, los amigos, los vecinos...Somos la sangre, la raza, los antepasados...el fin del mundo, los gauchos, el mate, el choripán, el dulce de leche, el "che boludo", los bosteros, las gallinas; en definitiva SOMOS ARGENTINOS.


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8 comentarios:

  1. Grande chicos!!! Argentina es una sola fiesta! Un fuerte abrazo y ojala pueda leer un post sobre el gran Campeón del mundo!
    Abrazo!

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  2. Los felicito, embajadores itinerantes!!! Que el viaje siga y que lo sigan disfrutando a full. Y el domingo festejen, festejen mucho. Que el mundo sepa que UDS son ¡¡¡campeones del mundo!!!

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  3. los felicito por el post y por esa emoción que no tiene lugar fisico ni limites...solo se siente...

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  4. Que lindas palabras....describen a la perfección este sentir....y a pesar de la distancia los combi ruteros están acá , con nosotros.
    A seguir palpitando !!! Los quiero !!!
    Lu

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  5. Fuerza chicos que falta un sólo partido!!! Ustedes están con nosotros porque siempre van a ser una parte nuestra!!!!
    Como decía Jorge ayer antes del partido de San Pablo: "Hay olor a juegos".... Jajajaj.
    Beso gigante de los 4 😘😘

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  6. les felicito muchachos por ese viaje q lo han hecho y compartir sus experiencias con todos sus guias son una tremeda
    ayuda para todos los q nos gusta viajar , estoy programado un viaje con mi familia el proximo año hacia chile argentina ,estoy preparando a mi KECINCA es una westfalia del 1984 le tengo mucha fe a los wolskvagen les saludo desde quito ecuador

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    Respuestas
    1. Hola Hugo gracias por escribir!
      Nos alegramos que te sirva toda la info que compartimos.
      Que bueno lo de su viaje! Ojala nos crucemos en algun camino.
      Las kombis son lo mas!
      Besos grande
      Maru y Martin

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