Nuestro medio año rutero

Hoy cumplimos 6 meses de viaje y, como siempre pasa con la sensación "tiempo", por un lado parece que hace mucho que dejamos nuestra casa en Villa Devoto y por el otro sentimos que fue ayer que empezamos a hacer de la Kombi Rutera nuestro hogar.

17 de febrero de 2012.
Hace unos días me pasó por primera vez de extrañar mucho. Querer estar ya mismo en mi cama, con las pantuflas al costado, un tecito humeante en la mesita de luz y nuestra gata Mía a los pies.



- ¿Vos te sentiste alguna vez así en lo que va del viaje?, le pregunto a Martín.
- No, me responde.
Aunque, en realidad a los segundos me dice que por momentos le da ganas de estar con sus amigos comiendo en "Barcelona"  para después asistir al campeonato de dardos de los jueves. Y acota que "jamás se perdonará no haber estado el 27 de junio en la Bombonera para la final de la Copa Libertadores".

Extrañable fernet.

Y, aunque él no lo diga, yo presumo en sus ojos que muere por ver a sus sobrinos cuando habla con alguno de ellos por skype.

Pero vieron que los hombres son menos exagerados (bueh, depende para qué), o tal vez no llegan tanto a los extremos de hacer puchero de un minuto al otro, al borde de la lágrima, pidiendo al estilo ET "casa, casa".

Hogar dulce hogar.


Dulce hogar rutero.
Cuando le conté a una amiga como me sentía me dijo "y claro nena, es mucho tiempo". Pero ¿saben qué? Siento que aún quiero seguir conociendo, aprendiendo, experimentando, viendo el mundo y disfrutándolo. Por más que haya momentos en los que extrañe.

Seguir viendo más lunas.

Seguir viendo más soles.


Seguir viendo más arco iris.
Y después del día de la extrañitis logré entender que hay que aceptar que añorar es necesario. Y hay que darse permiso. Es un sentimiento lindo y válido que nos permite apreciar muchas cosas que quizás cuando las tenemos les restamos importancia.
Y no me refiero sólo a cebar el mate hasta que que la yerba sea sólo agua fría con palotes sino a medir cuanta satisfacción provoca tener un baño a mano, la ropa con perfume a limpio o simplemente poder bañarte cuando querés (lo del agua caliente ya es un lujo).

¿Bidet? ¿Qué era eso?
La familia y los amigos también faltan pero gracias a la tecnología uno se siente permanentemente cerca y muchas veces hasta logra más y mejor conexión que estando a 10 cuadras de distancia y nunca tener tiempo para verse. El preguntarle al otro "¿cómo estás?" no es un acto reflejo al saludarse sino el querer saber realmente cómo está el otro.
Y nos sentimos profundamente agradecidos porque el camino nos regala hermosas familias que nos miman, acompañan y nos hacen sentir como en casa permanentemente.



Familia kombirutera en Lima.
Nuestra familia en la Casa de Yoli.

Nuestra familia por una noche en una estación de servicio de Bolivia.
Y entonces uno aprende. Y entonces uno elige. Y entonces me doy cuenta que quiero seguir. Y entonces miro para atrás y veo que son 6 meses que enriquecieron mi vida. Y quiero más. Y hoy más que nunca son felices 6 meses porque es medio año que elegí vivirlo como quise. Incluso cuando haya días que extrañe.

Libertad es lo que siento al viajar.


Mientras escribía este post, saqué esta carta. No creo en casualidades. 
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9 comentarios:

  1. Uf.. cada una de tus descripciones lograron tocar ese puntito, ese rinconcito que todavía vibra de mis 8 meses descubriendo el mundo, más allá de estos aires..
    Yo tampoco creo en las casualidades y no por nada leo esto justo a un año cuasi exacto de haber vuelto -el 27 estábamos llegando a F. Lacroze, descolocadas, pero en el momento preciso..porque como vos bien contás, uno va sintiendo a cada paso el paso siguiente, como también cuándo hay q seguir y cuando es hora de volver..es parte del desafío-.
    Te abrazo con uno de esos soles y con una de esas lunas en el medio, tipo sanguchito..y con el arco iris al rededor!
    Seguí en ese camino..
    ÉSE... el que dibuja tu corazón a cada paso.


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    1. Gracias por tanta dulzura en cada una de tus palabras. Me encantó tu abrazo. Va otro grande para vos!

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  2. Hola chicos!, recién hoy vi el mensaje que me dejaron en twiter (me estoy amigando con twiter de a poco).
    Veo lo que escribís, y a a nosotros nos ha pasado algo muy parecido. Se extraña, por momentos quiere volver a ese rinconcito que dejo en Argentina, a esos momentos tan únicos que teníamos allá. Yo extraño mas a mis sobrinos, a mis animales, y a mi mama.
    Pero ya estoy afuera, y tambien muy adentro de mi. Sali a aprender, y no solo estoy aprendiendo de los lugares que conozco, sino a valorar mas lo que deje en mi pais.
    Muchas energias desde Nueva Zelanda!
    Besos
    Klando y Alvaro

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    1. Muchas gracias chicos. Un gusto conocernos y seguirnos, aunque ahora más no sea por la computadora. Besos!

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  3. MUYBUENA ONDA LOCOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

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  4. SOY JUAN SOÑORA EN FACEBOOK

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  5. Les queria decir que estoy planeando un viaje con mis amigas al norte y me sirvieron mucho sus consejos ! Muchas gracias y ojala sigan viajando y experimentando !

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    1. Que bueno, nos alegramos!
      Abrazo grande y buen viaje!
      Maru y Martin

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  6. Que grandeza en sus palabras y sin duda en sus corazones! Mucho gusto al leer y grandes y buenos tiempos les deseamos desde Chile, en donde de a poco preparamos nuestro viaje por sudamerica en nuestras Kombis, llenas de sueños y anhelos de aprender! Abrazos chilotes para uds.!!! :)

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