Ya llega el sol

“Cuentan que construyeron la vía férrea de los Alpes entre Viena y Venecia antes de que existiera un tren que pudiera realizar el trayecto, aún así lo construyeron, porque sabían que algún día llegaría el tren. Si hubiera tomado otro desvío, ahora estaría en otra parte, sería una persona distinta.”

Vi la película “Bajo el Sol de Toscana” hace mucho tiempo atrás. Cuando soñaba con viajar pero no me animaba a salir sola. En ese entonces aspiraba conocer Europa y, por supuesto, después de ver la historia que protagoniza Diane Lane se me había antojado llegar a Cortona, ese pueblito en la campiña italiana de la Toscana, donde recala ésta escritora de 35 años para sanarse de las cicatrices de un divorcio que la habían dejado perdida en la vida.




Por ese entonces, yo también me sentía perdida; tenía el trabajo que quería, me había ido a vivir sola como quería, estaba rodeada de las personas que me querían… pero me faltaba un amor como el que quería. Y, aunque la gente me decía que lo tenía todo, no me sentía feliz.


Desde ese entonces, año 2000, la frase que da inicio a éste texto permanece escrita de mi puño y letra en la primera hoja de un anotador que sigue colgado en una de las paredes de mi casa.

Dos años después, yo estaba en Europa. Sola pero feliz. Había vencido mis miedos, me había animado a cruzar esa barrera de los temores y las dudas y las preguntas y las excusas y me había llenado de una fuerza que me hacía sentir superpoderosa.

Sacudirse de tanta duda y pregunta nos hace sentir felices (y más livianos).
Durante esos dos meses viajando “sola” no conocí Cortona pero aprendí muchas cosas, entre ellas dos fundamentales:

1-En realidad no viajaba “sola” sino que “viajaba conmigo misma”, lo cual muchas veces es suficiente.

2-Nunca se está “sola/o” excepto que una/o lo elija. Hay mucha gente viajando “consigo mismas” por el mundo (mucha, mucha, pero mucha eh) y es inevitable encontrarse (con uno y con los otros). Además, cuando uno viaja “con uno mismo” hay algo implícito que te lleva a conocer gente y también más personas se acercan a uno. En cambio cuando viajas de a dos o de más, la gente no suelen arrimarse tanto y uno tampoco va demasiado atenta estableciendo contacto con el alrededor.

Volví de ese viaje. Volví a mi trabajo. Volví a mi casa. Volví a mi familia y a mis amigos. Y al bastante tiempo volví a estar triste. Una tristeza que nace desde la entrañas y no encuentra razón ni motivo aparente, pero cala hondo y duele.

Por ese entonces, Martín apareció en mi vida. No era el amor que esperaba: 7 años de diferencia de edad cuando él tenía 23 y yo 30 eran demasiados y no fueron fáciles.

Y de repente... todo cambia.
Cinco años después, nosotros estábamos en Europa. Juntos y contentos. Habíamos vencido las distancias, nos habíamos encontrado a mitad de camino entre los veinte y pico y los treinta y pico y nos habíamos animado a cruzar esa barrera de las dudas, los miedos, las preguntas, las excusas. Nos convencimos que la edad te la dan los pensamientos, los sentimientos, los deseos y no un calendario y emprendimos viaje de a dos.


Durante esos dos meses viajando juntos finalmente conocí Cortona y, aunque recurrimos a Housetrip, la mejor plataforma para alquilar un lugar de vacaciones en Europa, “Bramasole”, la villa encantadora con la que se encapricha el personaje de Frances cuando llega a la Toscana, no estaba en alquiler, ni en venta, sino en refacción (al igual que la había encontrado Frances).

Un día llegué.
Y me encontré con "Bramasole" en reparaciones.
Y en ese viaje volví a aprender varias cosas, entre ellas una fundamental:

Tener demasiadas expectativas a veces suele conducirnos a la frustración. Conviene liberarse de las previsiones mentales y dejar que el destino nos sorprenda sin exigirle que sea como lo imaginamos.

Así y todo, les pedimos a los albañiles que estaban trabajando en la casa (que ya no era de película) poder entrar y recorrerla.

Mi casa favorita de película.
Saqué ésta foto porque quería averiguar quién era el dueño, cuánto salía... y todas esas locuras.
Esa casa, que en la ficción lleva un nombre cuyo significado es “que anhela el sol”, tenía para mí un valor que excedía cualquier guión cinematográfico.


Firmamos el libro de visitas de Cortona.
Martín y su enfermedad (todo en su vida tiene que ver con el fútbol).
Porque en definitiva, como dice otro extracto de la película: “¿Qué son cuatro paredes? Son lo que contienen, la casa protege a los soñadores. Pueden suceder cosas realmente buenas, incluso después de mucho tiempo, y es una gran sorpresa.”


Cortona.
Sus callecitas medievales.


Sus paisajes.





Sus caminos.


Sus casas.
Palazzo Comunale construido en el siglo XII sobre las ruinas del Foro la ciudad Romana.
Sus gatos.



Posdatas: 

-Les dejo el tráiler de “Bajo el sol de Toscana”: https://www.youtube.com/watch?v=LAbnxTJGKLc

-Mi canción preferida en el universo musical es “Here comes the sun” que en español significa “Ahí viene el sol”. Parece que todo tiene que ver con todo.

Acá les comparto la canción original de los Beatles: https://www.youtube.com/watch?v=0Q696HZAo2I

Y las dos versiones que más me gustan:

Sheryl Crow - Here Comes the Sun: https://www.youtube.com/watch?v=99fDBasFpt8
Nina Simone - Here Comes the Sun: https://www.youtube.com/watch?v=xr8ol8ufSRg

♪♫ Ahí viene el sol
Ahí viene el sol
Está todo bien 
está todo bien ♪♫

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8 comentarios:

  1. Qué lindo post Maru!! Me encantó!!! Abrazote!

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  2. Re lindo el post.
    2 cosas : lo banco a muerte a Martín con su fanatismo por el futbol y por el Doc y segundo. Quiero ir al pueblito solo porque el cartel es como la camiseta de River.
    Todo en mi vida tiene que ver con el futbol y viajes :)

    saludos chicos

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  3. Lindo post, felicitaciones. A nosotros nos encantó Cortona, y seguro que salimos con las rodillas medio arruinadas de tanto subir y bajar!
    La casa de la película no es la de la escritora Frances Mayes, por supuesto. También es muy bonita... aquí te dejo el link para curiosear.
    De paso, el libro original es muy recomendable!
    Que sigan los recorridos! Cordiales saludos.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Enrique! Me imagino que el libro debe ser aún mucho mejor. Lo tendré en cuenta.
      ¡Abrazos!

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  4. Perdón, me olvidé el link....
    aquí va
    http://www.cortona.com/frances_mayes.htm#.U_EI9vldXh4

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  5. A través de un pedido de asistencia, me encontré con este relato hermoso y que por estos tiempos parece un común denominador. Tener todo y aun así sentir que nos falta todo.
    Siempre hay algo que puede sacarnos de ese estado, pero hay que dar el primer paso. Gracias por la reflección.
    Alejandra

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