Existe en La Paz,
Bolivia, una calle particular llamada “Calle de las Brujas”.
En realidad su nombre es José M. Linares, pero alguien, muy oportunamente,
decidió sumarle un “De las Brujas” y es porque recorriéndola se encuentran
todos los yuyos habidos para todos los males conocidos.
|
Ofrenda a la Pachamama. |
No sólo eso sino
que entre hierbas y más hierbas, hay amuletos de la suerte, perfumes atrae
clientes, sahumerios contra la envidia, jabones “abre destino”, polvos contra
la borrachera y hasta fetos de llama para ofrendar a la Pachamama.
En
esta empinada callecita, como casi todas en La Paz, las antiguas medicinas de
los indígenas se animan a competirle a los sofisticados productos
farmacéuticos.
Raíces, hojas, flores, tallos, musgos o cortezas en preparaciones de las que se
dice curan toda clase de malestar.
Si los
nombres de las plantas en idioma aymara o quechua te suenan misteriosamente
desconocidos, todos reconocen las enfermedades que se buscan curar: cáncer,
presión alta, gripe, diabetes, infecciones respiratorias, acné y hasta el mal
de amores.
Así
que ya sabés; si algún malestar o dolor te aqueja o simplemente buscas darle
las gracias a la Madre Tierra, hay una calle en La Paz que te está esperando.
Creer
o reventar, dice el refrán. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario