Después de 11 meses llegamos al extremo norte de Sudamérica: La Guajira, último departamento de Colombia antes de cruzar a Venezuela.
Y en un pueblito de 850 habitantes llamado Cabo de la Vela pasamos 3 días de puros atardeceres, paz absoluta y playas solitarias.
Algunos predicen que el día que construyan la carretera para llegar a este inhóspito lugar va a explotar de turismo.
Es que los 60 kilómetros de tierra, piedra y arena que hay que atravesar son a prueba de amortiguadores, motor y neumáticos.
Y como para muestra basta un botón, en el camino debimos cambiar una rueda por primera vez en el casi año que llevamos de viaje.
Cabo de la Vela: Playas hermosas, vírgenes y solitarias. |